jueves, 19 de julio de 2012

Y la Pitu dijo: Hasta aquí hemos llegado

Y con razón, que hoy no la tratamos como merece. 6300 km después el escape no dio más de si. Pillamos el ferry para cruzar a Estonia y la bajada fue demasiado dura para la pobre. Los surcos que tienen las rampas para que los coches no resbalen con el hielo me dolieron tanto a mi como a ella, y varios cientos de km después, a 50 de Riga, y después de muchos baches, paramos a vaciar nuestros depósitos y escuchamos que algo iba mal. Y como temíamos, el escape estaba roto, así que decidimos parar a pasar la noche en Riga.
Bonita ciudad, con muchísima marcha, pero lo primero es lo primero y nos retiramos "pronto" para buscar temprano un doctor que la revise.
Había oído hablar muchas cosas malas de esta ciudad, con muchas reminiscencias comunistas, pero no tuvimos ningún problema. Incluso la Pitu durmió en la calle (tétrica cono pocas) y no tuvo ninguna "visita" inesperada.
A ver mañana como se nos da la búsqueda del médico de la Pitu

2 comentarios: